Reza un refrán que “en la cárcel y en la cama, se conocen a los amigos”. Sin embargo, para el protagonista de la siguiente historia, Marco Antonio, su amistad con José fue más allá de la muerte.
Las redes sociales consignan la historia de un hombre que perdió su amigo en un trágico accidente automovilístico.
Se cuenta que Marco y Pepe eran inseparables, para todos andaban juntos. Por eso es que la muerte de José le afectó mucho a Marco. Durante meses vivió deprimido y sólo con la ayuda de su esposa e hijos pudo salir de la depresión.
A UN AÑO DE SU MUERTE
Después de un año de la muerte de su amigo, Marco Antonio se fue a echar unas copas a un bar, el mismo al que tantas veces fue en compañía de Pepe.
El Cantinero del lugar comentó que Marco estaba muy triste y que en varias ocasiones le dijo que iría a buscar a su amigo “para echarse unos tragos”. Pero él pensó que se trataba del delirio de una persona ebria.
Horas después, casi al cerrar el lugar, Marco regresó… ¡con su amigo!
SACA A PEPE DE SU TUMBA
Resulta que fue al cementerio y con una pala sacó a Pepe, quien ya era un esqueleto, por lo que agarró una bolsa y tomó sus huesos para continuar la parranda, con su amigo del alma, en la cantina.
Al llegar al antro, un fétido olor atrajo a todos los comensales que se encontraban en el lugar.
Marco se sentó en la barra y le pidió el cantinero dos copas, una para él y otra para Pepe, su gran amigo.
LA ÚLTIMA COPA
El cantinero contó que de una bolsa, Marco sacó el cráneo (de Pepe) y lo puso al lado de él y exclamó: ¡compadre, nos vamos a echar la última copa!
Uno de los parroquianos que se encontraban en el lugar llamó al 911, para pedir ayuda a la policía.
Al lugar arribaron elementos de la policía de Nezahualcóyotl y detuvieron a Marco Antonio, quien degustaba una copa más al lado de la osamenta de su mejor amigo.